Los ríos más grandes, particularmente aquellos con
lecho de poca pendiente, desarrollan amplias llanuras de inundación. A medida
que estas llanuras se desarrollan, la migración de un lado a otro del canal del
río produce lagos semilunares (meandro abandonado), desprendimientos, diques
naturales y depósitos de ciénagas desconectados del canal actual. Si durante
una inundación, el río acarrea sedimentos algo gruesos, éstos tienden a ser
depositados a lo largo de la ribera del canal como un dique natural. Esto puede
llevar a la formación de un canal colgado donde el fondo del canal aumenta
continuamente de elevación hasta un punto tal que podría ser más alto que la
topografía circundante. Esta condición puede producir la elevación del nivel
del agua de superficie, contenida dentro del canal, ubicándose en posición más
alta que la superficie del terreno adyacente a estos diques, lo cual representa
un potencial de inundación mucho mayor que aquella situación típica en la que
el canal se encuentra en la parte más baja de un corte transversal tipo-U de la
llanura de inundación.
Estas características cambian con el tiempo. El
ensanchamiento del canal de un río y la destrucción de parte de la llanura de
inundación debido a inundaciones importantes, son fenómenos bastante comunes,
observados en regiones semiáridas. Como suele ocurrir en regiones de este tipo
que tienen un alto potencial de erosión, el fenómeno de migración del canal
durante una inundación, frecuentemente causará que buena parte de las aguas sea
transportada por un canal que no existía con anterioridad al fenómeno de la inundación.
Este fenómeno ocurre demasiado frecuentemente en regiones áridas, donde las
aguas de inundación, con alta velocidad, producen cambios drásticos en la
configuración del canal durante las inundaciones. Esto puede dar lugar a que el
área de inundación quede muy distinta a como era anteriormente.
La movilidad del canal puede ser una
característica importante cuando se trata de delinear el potencial de la
llanura de inundación. Mientras la movilidad no es un gran problema en áreas
con densa vegetación y suelos consolidados, en las áreas donde la vegetación es
escasa y los suelos son gruesos y erosionables, la cartografía de la llanura de
planificación debe incluir la anticipación de la posibilidad de migración del
canal, además de su configuración actualmente existente.
Frecuencia de inundaciones
Sólo suele considerarse las inundaciones anuales
para el análisis de probabilidades y, el intervalo de recurrencia que es el
recíproco de probabilidad, es sustituido por probabilidad. Normalmente, la
inundación anual es considerada como el evento más importante cada año. La
inundación de 10 años, por ejemplo, es la descarga que excederá un determinado
volumen que tiene una probabilidad del 10% de ocurrir cada año.
Las llanuras de inundación de algunos ríos, sin
embargo, son frecuentemente inundadas con intervalos de 10 o más años. En
algunos climas, un número de años de intensa actividad de inundaciones son
seguidos por muchos años durante los cuales ocurren muy pocas inundaciones. La
llanura de inundación se puede desarrollar y ser ocupada durante los años con
menor actividad de inundaciones. Como resultado, este desarrollo está sujeto al
riesgo de inundaciones a medida que se va cumpliendo el ciclo. Las actividades
de desarrollo, particularmente de silvicultura y producción intensiva de
cultivos, pueden variar drásticamente las condiciones de descarga incrementando
así el caudal de los ríos durante los ciclos normales de precipitación,
aumentando el riesgo de inundación. El uso más intenso de la llanura de
inundación, aún bajo un estricto control, casi siempre resulta en tasas de
descargas mayores. Se discuten a continuación los efectos de las prácticas de
desarrollo sobre el riesgo de inundaciones.
Duración de inundaciones
El tiempo durante el cual una llanura de
inundación permanece inundada, depende del caudal del río, la pendiente del
canal, y las características climáticas. Si se trata de ríos pequeños, las
inundaciones inducidas por la precipitación generalmente duran sólo unas horas
o unos pocos días, pero en el caso de ríos grandes la descarga de la inundación
puede exceder la capacidad del canal durante un mes o más. En 1982-1983, la
cuenca del río Paraná en Brasil, Paraguay y Argentina estuvo sujeta a grandes
inundaciones desde fines de noviembre de 1982 hasta mediados de 1983. La
duración de una inundación causada por tormentas tropicales o deshielo, puede
cubrir una llanura varias veces durante un mismo mes.
El agua en una llanura de inundación generalmente
vuelve al canal por drenaje, a medida que la corriente disminuye. En las
amplias llanuras de inundación en los grandes ríos, bordeadas por diques
naturales, el agua puede drenar muy lentamente causando que la inundación
local, o embalse, dure varios meses. Eventualmente, el agua se desplazará río
abajo o desaparecerá por medio de infiltración en el suelo y
evapotranspiración. Donde los canales están colgados debido a una repetida
deposición de sedimentos, las aguas de inundación puede que nunca regresen por
drenaje al canal, dado que el fondo de ese canal está a mayor elevación que la
llanura de inundación circundante.
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